el
primer paso
Soy
un no nacido, un proyecto, una posibilidad.., vamos que soy lo más
parecido a la nada. En principio, resulta cómodo, porque así no
tengo nada que hacer ni nada que perder. Serenidad y una tibia paz.
Podría seguir con esta hechura para siempre, eternamente. Pero la
verdad es que si no salgo de aquí y no conozco otra cosa, esto puede
ser perpetuamente aburrido...¡Puff! La otra opción es nacer. He
visto el manual y parece que es la caña.
Para
empezar, no tienes ni idea del lugar donde vas a aparecer, ni del
nivel de consciencia que habrá a tu alrededor...No sabes si
existirán estructuras familiares, sociales o algún tipo de
civilización. Te pasas unos meses dentro del cuerpo de un ser humano
al que no conoces de nada. Vas haciéndote grande y un día, con
ruidos y vapuleos, te sacan de ese cuerpo...Desde ese momento, y
hasta pasados un puñado de años, tienen que cuidar de ti, dependes
de los demás.
Tienes
curiosidad por todo lo que te rodea; una novedad tras otra. Con el
tiempo buscas independencia, te juntas con otros que están igual que
tú y, desde luego, es fácil que imites actitudes y rutinas. Poco a
poco vas participando en las historias que hace la mayoría y, de
repente, te das cuenta de que eres como los demás pero distinto.
Buscas la identificación, tu sitio, compartir, sobrevivir; te
aferras a la vida. Te das cuenta de que tu salud se puede ir al
traste en un periquete.
Aparecen
la incertidumbre y la contradicción. Tienes miedo y sigues adelante.
Quieres que cambien las cosas, y no, al mismo tiempo. Necesitas tomar
decisiones, una tras otra; deseas, sueñas, te exiges y te agotas.
Buscas el equilibrio, la excelencia y la trascendencia. Te preguntas
qué vale la pena. Es una juerga total. En algunos casos, cuando has
aprendido algo, ya no te sirve. Te vas viendo a ti mismo a través
del tiempo y, a veces, ni te reconoces. Y cuando crees que se acerca
el tramo final, te dices: ¡Vaya, tengo muchas cosas por hacer!
Decidido;
voy a dar el primer paso para nacer. Total, después de la vorágine
todo volverá a ser como antes: paz, serenidad, LA NADA. Estoy
ansioso y asustado, pero me da igual, me siento libre. Noto como mi
energía va aumentando de frecuencia. Voy a situarme en el tiempo y
en el espacio, en algún lugar habitable del Cosmos. Sé que después
del primer paso, todos los planteamientos confusos se disolverán y
entraré en un estado de no mente (un sencillo bebé).
Ojalá
que pueda ser consciente de quien soy en realidad. Ojalá no tenga
miedo y consiga sacar el máximo partido de esta nueva experiencia de
VIDA.
Fernando
Gil Gerona
Escrito: Enero 2017
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